No hubo final feliz para la Cenicienta: el Guaje les dio vuelta el partido a los checos. ¡Doblete!
Villa encontró el zapato. Pero no se lo devolvió a la Cenicienta.
Parecía que el campeón del mundo no extendería su registro a 20 victorias consecutivas en territorio español. Que la vedette de Sudáfrica besaría la lona, sobre todo porque arrancó perdiendo un partido de local por primera vez en cuatro años. Pero la ilusión de la República Checa se hizo humo cuando David Villa apareció para marcar un doblete, darle la victoria a la selección de Del Bosque, y convertirse en el máximo goleador español con 46 tantos, dos más de los que tiene Raúl. Im-pre-sio-nan-te.
Líder en el Grupo I con seis puntos de ventaja sobre los checos, la Roja ya tiene muy encaminada su clasificación a la Eurocopa 2012, en donde pretenderá defender su(s) título(s). Igual, el susto de ayer no se lo olvidará facilmente: ¡empezó abajo! Sí, Jaroslav Plasil sacó un remate rasante que se coló junto al palo izquierdo de Iker Casillas y alertó a toda la Roja. Pero la carroza no tardó en convertirse en calabaza. Es que apareció la creatividad de Andrés Iniesta y la voracidad del Guaje para ordenar las escenas y darles sentido. Y fueron precisamente los dos hombres del Barcelona los que confeccionaron la jugada del empate: Andrés lo buscó con su GPS a Villa y el delantero venció a Cech de zurda. Cuatro minutos después, hizo el segundo, de penal (la falta fue sobre Iniesta, por supuesto). Ya 2 a 1 arriba, consolidó su monólogo futbolístico. Y el mundo del fútbol volvió a estar en armonía: el cuento de la Cenicienta no tuvo un final feliz para los checos. Y la culpa fue de David, el gran Villano
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