Totti es el dueño de la Roma

No es Julio César, Marco Aurelio, Neron ni Constantino; pero ya tiene el rótulo de Emperador. El de Gladiador le quedó chico. Francesco Totti es el dueño de Roma. El 10 metió los dos goles con los que su equipo le ganó a la Lazio y dejó en ridículo a su rival de toda la vida por quinta vez al hilo. Totti, además de los goles, fue determinante en todo sentido: manejó el partido, se peleó con todos, lo buscaron, hubo dos expulsados -uno de ellos Cristian Ledesma- y festejó como un hincha más. Francesco, el Emperador.

Parece que cuando la Lazio ve la camiseta bordó que tiene el 10 en la espalda y dice Totti, tiemblan. Si bien el partido fue chato hasta la mitad del segundo tiempo, con apenas un tiro en el palo de Pizarro, cuando Totti aceleró todo cambió. Primero, a los 15’ del ST, le movieron la pelota en un tiró libre y le dio con alma y vida para romperle las manos a Muslera. Luego se encargó de ponerle calor al clásico con su sello de calidad y de picardía, algo que enojó por demás a los jugadores de celeste. Con tiempo cumplido llegó el penal a Simplício y las dos expulsiones (Radu y el dicho Ledesma). El capitán se hizo cargo y lo aseguró fuerte, al medio y arriba. El festejo, de cara a su gente y revoleando la camiseta, fue como un hincha más.

La Roma (tuvo a Nico Burdisso de titular), que ganó su quinto derby al hilo, está sexta con 49 puntos y en puesto de Europa League. La Lazio (Mauro Zarate desde el arranque), con 51, está una posición arriba, pero el golpe fue duro. Un Emperador puso las cosas en su lugar y demostró que tiene la corona puesta a pesar de sus 34 años, 659 partido a cuestas, 262 goles, 24 premios individuales y ocho títulos, cinco de ellos con la Roma y tres con la selección de Italia. ¿Hace falta más?